Algunos ejemplos de uso son: vías públicas tanto peatonales como de tráfico rodado, zonas ajardinadas, grandes superficies comerciales, revestimientos interiores tanto verticales como horizontales, zonas de parking, etc…
De los distintos acabados que se le pueden aplicar dependerá su uso más adecuado, pulido, abujardado, aserrado, flameado, apomazado o podotáctil para áreas peatonales exteriores.